"No somos héroes, este es nuestro trabajo y tenemos que hacerlo"
Hablamos con Pepe Martínez camionero alboloteño en ruta por España
Pepe Martínez, alboloteño de 55 años, es uno de los miles de camioneros que estos días siguen con su actividad en ruta. Acumula ya 34 años al volante y en el momento en el que recibe nuestra llamada al manos libres de su camión está a punto de entrar a Zaragoza bajo un intenso aguacero.
Trabaja para una empresa de logística con sede en el norte de España y la gran mayoría de las cargas y descargas que realiza son de material relacionado con la industria de la alimentación. El suyo es uno de esos trabajos esenciales que permiten seguir abasteciendo nuestras tiendas y supermercados en la actual situación de crisis.
Está tranquilo y según nos comenta “sigue al ritmo de siempre”. “Hay bastante menos tráfico de coches por la carretera, pero camiones hay a punta pala, aunque prefiero la vida que había antes en la carretera porque eso sería señal de que todo va bien”. Nos cuenta que la primera semana del confinamiento fue la peor para los camioneros por el cierre de todas las áreas de servicio. “Ahora ya hay algunos sitios que han abierto sus servicios para que podamos asearnos, e incluso, a través de ventanillas nos ofrecen productos de alimentación y así nos vamos apañando”. “Ahora estamos más organizados y nos comunicamos entre nosotros para saber qué sitios están abiertos, aunque en mi caso yo nunca he sido de restaurantes y en el camión llevo todo lo necesario para seguir adelante y uso las áreas de servicio solo para asearme”.
Una de las carreteras por las que transita principalmente es la A2, ya que su ruta conecta Andalucía con el centro y el noreste español. “No tengo una ruta fija, pero la mayor parte de mis cargas y descargas se producen en esta zona de España”. Pasa la mayor parte de la semana fuera de casa y hace vida principalmente en su camión. “No tengo un horario fijo, por lo general paso un par de días a la semana en casa, aunque no son días fijos”. Como el resto de la población, los transportistas también toman sus medias de prevención. “Llevo mis mascarillas y guantes porque en los sitios a los que acudimos a descargar nos lo exigen, nos curamos en salud y procuramos lavarnos mucho las manos y mantener el menor contacto posible con otra gente”.
La suya como la de otros muchos compañeros del gremio es una labor fundamental en esta crisis sanitaria para que la vida continúe, aunque como él mismo nos comenta, “no me siento un héroe, es nuestro trabajo y tenemos que hacerlo”, y reconoce que también tienen miedo al contagio. “Estamos en continuo movimiento y yo vengo de algunas zonas de riesgo y siempre tienes miedo, no de contagiarte, sino de contagiar a tu familia cuando llegas a casa”. A pesar de las dificultades y de lo temores, es rotundo, “siento que tengo que seguir palante”. Mantiene un estrecho contacto con su familia a través, principalmente, del teléfono y tras descargar el material de su tráiler en Zaragoza emprende hoy mismo ruta hacia Utrera (Sevilla) cargado de rollos de papel de cocina, papel higiénico y servilletas. La ruta, como la vida misma, no para. Nosotros desde aquí le damos las gracias por seguir al pie del cañón y le deseamos un buen viaje.
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