El IES Aricel ya conoce al personaje que le da nombre

Juan de Aricel fue un morisco del siglo XVI que dedicó su vida a ayudar a los demás

Javier Milena  |  19 de octubre de 2018
Antonio Carvajal, junto a la alcaldesa, Conchi Ramírez, y los directores, actual y saliente, del IES Aricel en el momento de descubrir la placa a la entrada del IES /M,N.
Antonio Carvajal, junto a la alcaldesa, Conchi Ramírez, y los directores, actual y saliente, del IES Aricel en el momento de descubrir la placa a la entrada del IES /M,N.

El IES Aricel ya conoce un poco más del nombre que le da origen y para dejar fe de ello, el jueves 18 de octubre, bajo una pertinaz lluvia, se colocó una gran placa a la entrada del recinto escolar donde se recuerda quien fue el personaje de Juan de Aricel, que da nombre a este instituto de enseñanza secundaria de Albolote.

El poeta alboloteño, Antonio Carvajal, con la ayuda de la alcaldesa, Conchi Ramírez, y   representantes del equipo directo actual y anterior, fue el encargado de descubrir esta placa a la entrada del centro, en el que se ofrecen algunas pinceladas de la vida y obra de Juan de Aricel, que el propio Carvajal ha sido el artífice de localizar e investigar. “Fue un puro azar, que demuestra lo bueno que es la amistad y la relación con los demás, puesto que fue mi vecina, Lolita Ibarra, archivera de la Real Chancillería, la que me puso en la pista del personaje”. “Sus hallazgos pasaron a mí y de mí a los demás”, explicó Carvajal durante el pequeño acto que precedió al descubrimiento de la placa.

Según su historia, Aricel fue un morisco del siglo XVI que trabajó para el caballero aragonés, natural de Ariza, Pedro Embid, como capataz o encargado de una vasta extensión de tierra de labranza en la zona de lo que hoy es Albolote, y habitó en el Cortijo del Almendro, cerca de la fuente de la Zaralluz, próximo al Chaparral actual. Enviudó muy pronto y su único hijo también murió muy joven ahogado en una alberca. Fue persona de una profunda religiosidad católica y dedicó buena parte de su vida a ayudar a los demás. Sabía leer y escribir y dejó algunos escritos sobre agricultura. “El hecho de que fuese capaz de leer y escribir fue uno de los motivos de que su nombre haya sobrevivido”, recordó Carvajal, quien también añadió como anécdota no documentada que Aricel y su padre pudieron ser los cultivadores de los primeros claveles que llegaron a Granada procedentes de Persia, los mismos que el emperador Carlos V regaló a su esposa, Isabel de Portugal, durante su luna de miel en Granada. Sin duda, una curiosa historia, que el autor de Tigres en el Jardín incluirá en su próximo libro publicado por la Academia de Buenas Letras de Granada y que se comprometió a traer al IES Aricel en su próxima visita.

Antonio Luis Ortega, exdirector del IES Aricel, recordó que desde que se abrió el centro siempre ha habido mucho interés por saber de dónde venía el nombre de Aricel. “Sabíamos que estaba relacionado con el lugar donde se ubica, que se conoce como pago Aricel, pero no se sabía realmente de dónde venía el nombre hasta ahora”. El actual director, Javier Pérez, destacó la importancia de conocer el origen del nombre “y más aún cuando se trata de un personaje que hacía obras de caridad y era una buena persona”.

El Ayuntamiento de Albolote ha sido el encargado de costear el chirimbolo que contiene la placa donde se recoge un resumen de la vida de Juan de Aricel escrito en tres idiomas, al tratarse de un centro de enseñanza plurilingüe.

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